La farmacéutica Bayer garantizó este sábado que el glifosato, compuesto usado en herbicidas, es seguro y no cancerígeno, después de la sentencia de un tribunal que confirmó los peligros del producto Roundup, comercializado por la agroquímica Monsanto.
La garantía se basa en pruebas científicas, sujetas a exámenes regulares a escala mundial y de decenas de experiencias prácticas de utilización del glifosato, dice un portavoz de la farmacéutica alemana Bayer.
En el viernes, un tribunal de Son Francisco, en Estados Unidos, condenó Monsanto a pagar 290 millones de dólares (253 millones de euros) por no haber informado sobre los peligros del herbicida Roundup, en el origen del cáncer desenvolvido por un jardinero.
Los jurados determinaron que Monsanto actuó con mala fe y que su herbicida Roundup, incluso que en su versión profesional RangerPro, contribuyó considerablemente a la enfermedad del jardinero Dewayne Johnson.
La gigante americana Monsanto, comprada por la alemana Bayer, fue procesada por el caso de un jardinero de 46 años, con un cáncer en fase terminal, Dewayne Johnson vaporizo con el herbicida Roundup durante varios años.
Monsanto ya anunció, que va a recurrir la sentencia y reiteró que el glifosato no provoca el cáncer y no fue responsable por la enfermedad del jardinero americano.
El glifosato, presente en el producto Roundup, es una substancia muy controvertida, que ha sido objeto de estudios científicos contraditorios en cuanto a la presencia de elementos cancerígenos.
Criticado en todo el planeta, pero raramente prohibido o condenado, el glifosato es considerado, desde 2015, como probablemente cancerígeno por la Organización Mundial de Salud.
Después de dos años de intensos debates, la Unión Europea renovó, en finales de 2017, la licencia del glifosato por cinco años.